Gracias a la oposición del PJ-FpV y del Frente Renovador, el macrismo sufrió un nuevo revés en el Congreso: fue rechazado el decreto del DNU 797/16, que cual propiciaba un incremento presupuestario de 76.000 millones de pesos para el corriente año para financiar obras públicas y cubrir el pago de aumento del 15 por ciento a los haberes jubilatorios.

El voto conjunto de la oposición en la Comisión Bicameral de Trámite Legislativo logró dar marcha atrás el decreto que preveía una distribución arbitraria de las partidas para las obras públicas: el 60 por ciento de los recursos eran para la Capital Federal y la provincia de Buenos Aires, distritos que gobierna el macrismo.

Además se denunció la discriminación para varias provincias (sólo 13 de 24 recibían algún beneficio) y la violación a la Ley de Administración Financiera (se apeló a una supuesta necesidad y urgencia de un DNU cuando el Congreso está en funciones).

Ahora, el DNU debe ser tratado por los plenos de ambas Cámaras Legislativas, y si consigue sanción favorable en una sola de ellas quedará aprobado, aunque en el Senado la mayoría peronista hace prever como poco probable su sanción.