Macri no utilizó los servicios de Aerolíneas Argentinas el año pasado, pese a que así se lo indica el decreto 1191/12, ni compró los pasaje por la agencia estatal Optar, algo que figura en la decisión administrativa 244/13 (ambas medidas provienen del kirchnerismo). Sí lo hizo, en cambio, este año, para volver al país en febrero tras su gira en España.

Sólo en lo que respecta al alquiler de charters privados para el traslado del Presidente y su comitiva, se desembolsaron unos $48,7 millones desde el cambio de mando, en diciembre de 2015, hasta mayo pasado, según confirmaron fuentes oficiales.

El cálculo surge en base a un euro de $ 17,5 (ese fue el cierre de diciembre del año pasado, y no se contrataron este año servicios pagados en la moneda europea) y un dólar de $ 16, dado que los pagos se efectuaron antes de la devaluación de los últimos días (los montos originales son $ 4.372.842,18, US$ 2.959.982 y 55.380 euros).

En esos 17 meses, la Secretaría General de la Presidencia, que maneja Fernando De Andreis, contrató 23 alquileres para trasladar al Poder Ejecutivo, que cayeron en manos de más de una decena de compañías ganadoras. Entre ellas están Unicos Air, Aerorutas Fly With Style, Chapman Freeborn Airchartering, Baires Fly, The Charter Store, Gestair Private Jets, Servicios Aéreos Sudamericanos, Privé Jets, Royal Class, Engage Aviation, AIR Tango SA, Bristow US y CT Charter FZE.

A la contratación de vuelos charters se suma el gasto en la compra de pasajes en líneas aéreas comerciales, que representa una cifra menor. Por ejemplo, hasta fines del año pasado se habían ido por esa vía $ 5.017.854, según informó el jefe de Gabinete, Marcos Peña , en una presentación al Congreso.