"En América Latina la cosa no está tan negra. El gobierno argentino se está desprestigiando rápidamente y apela a la represión. Y Cristina es astuta, está jugando a reunificar el peronismo y cuando lo logre, se terminó Macri, que no ganó porque lo que pasó fue que perdió el peronismo por sus divisiones. Si soluciona eso, adiós”, sostuvo enfático el ex mandatario.

El líder uruguayo también confió que cree que un nuevo ciclo de izquierda es posible y advirtió: "Tenemos que aprender de las fallas que tuvimos. Confundimos progresismo con izquierda. Y en América Latina nos entramos a parecer bastante a la socialdemocracia europea, que de tanto ser pragmática y racional dejó de ser de izquierda y no conformó ni a la derecha ni a la izquierda y se fue al tarro. Es peligroso eso. No podemos prescindir de la batalla cultural, perdimos ahí. Nosotros crecimos y nos convencimos de que el cambio de las relaciones de producción traían como consecuencia inmediata una humanidad distinta y mejor. No, fuimos ingenuos. La cultura dura mucho más que la economía, se prolonga más, se proyecta mejor. Ese cambio es más difícil y más profundo que cualquier cambio económico. Sin dudas que hay relaciones entre ambos, el mundo material y el ideológico tienen relación, pero no es inmediata. La batalla cultural es esencial, gravitante".