Durante una entrevista, el Jefe de Gabinete, Marcos Peña, dejó en claro que para el Gobierno, “pensar” no es importante, y que se puede gobernar el país siendo “entusiasta y optimista”.

“En la Argentina se piensa que ser crítico es ser inteligente, pero nosotros creemos que ser entusiasta y optimista es ser inteligente, y que el pensamiento crítico llevado al extremo, le ha hecho mucho daño a la Argentina”, aseguró el funcionario.

Para corroborar los dichos de Peña, basta con recordar algunos discursos del presidente, y como mínimo, alarmarse. Y que Dios nos ayude...