El hecho se produjo durante la visita oficial del presidente Macri a Holanda. El ministro de Educación y Deportes de la nación, Esteban Bullrich, protagonizó un episodio penoso en cuando la comitiva pasó por la casa de Ana Frank, niña que murió en el Holocausto nazi.

El funcionario nacional quiso establecer un extraño paralelo con la "grieta" argentina y su frase fue lamentable. 

"Ella (Ana Frank) tenía sueños, sabía lo que quería, escribía sobre lo que quería y esos sueños quedaron truncos, en gran parte por una dirigencia que no fue capaz de unir y llevar paz a un mundo que promovía la intolerancia".

La expresión recibió un amplio repudio y en las redes sociales se puso en duda la pericia sobre historia mundial del ministro en el mejor de los casos, o de directamente relativizar el Holocausto y reducirlo a un problema estratégico de, presuntamente, no haber sido "capaz de unir".