El radicalismo finalmente decidió esta madrugada sellar un pacto con la Coalición Cívica-ARI y el PRO de Mauricio Macri, con Ernesto Sanz como precandidato presidencial, tras una maratónica Convención Nacional partidaria desarrollada en Gualeguaychú.

Tras el extenso debate, Sanz se tuvo que retirar del teatro de la ciudad entrerriana con una fuerte custodia policial, mientras decenas de militantes de la Juventud Radical le destinaban insultos en rechazo a su postura y por haber "entregado el radicalismo a la derecha".

Si bien las deliberaciones se prolongaron por casi 13 horas, el resultado final se vislumbraba desde mucho más temprano, dado que Sanz logró imponer sus posturas por sobre las del diputado nacional Julio Cobos en las primeras votaciones de la convención.

Cobos, apoyado por el senador Gerardo Morales y el diputado Ricardo Alfonsín, obtuvo 114 votos, mientras que la postura contraria, sostenida por quienes respaldaron a Sanz, alcanzó los 188.

Triunfó la postura del titular del partido en su estrategia de subordinarse al PRO y la Coalición Cívica-ARI (CC-ARI) para las primarias de agosto, dejando atrás las expectativas de Cobos, que, si bien dice apostar a fortalecer la "identidad" del radicalismo, propone un marco de alianzas "amplio" que incluyera también al massismo, al socialismo y al GEN, los aliados de la UCR en el casi extinto Frente Amplio Unen (FAU).

Con los primeros números a su favor, Sanz salió al escenario y dio un encendido discurso en el que volvió a defender su postura de sellar un acuerdo electoral con el PRO, a pesar de que Macri ahora se declare Justicialista, confesión de campaña que ni Sanz parece creer.

"La Argentina necesita más que nunca de la Unión Cívica Radical, porque tenemos una oportunidad única para que el republicanismo democrático derrote al populismo autoritario y regrese al poder", arengó Sanz a los convencionales, bajo la atenta mirada del ex vicepresidente que lo escuchaba desde la primera fila junto a Morales.

El senador nacional remarcó la necesidad de que la Convención defina una "posición clara" y exhortó a los delegados de todo el país a que acompañaran su propuesta. "Si no hacemos lo que tenemos que hacer, es posible que el lunes volvamos a ser una fuerza irrelevante", reconoció admitiendo su posición real.

En otro tramo de su discurso, Sanz contestó una a una las críticas de sus adversarios, encabezados por Cobos, quien acusó al titular de la UCR de conducir al partido a la derecha, entregándolo "llave en mano al PRO", y de pretender convertirse en el candidato a vicepresidente de Mauricio Macri.

"Hoy vamos a votar un candidato a Presidente", aseveró, algo que se había puesto en duda a lo largo de la jornada. "Nunca tuve un proyecto vicepresidencial", ironizó.

El senador agregó que a la UCR "nadie la va a llevar de las narices a la derecha", posiblemente porque ya están ahí, y rechazó de plano la inclusión de Massa en un frente opositor: "La sociedad no va a entender que la salida al kirchnerismo puede ser liderada por alguien que viene del kirchnerismo".

Morales, a su turno, reivindicó la idea de un "acuerdo amplio" que incluya al massismo, privilegiando al socialismo y al Gen, a los que definió como "aliados históricos. No nos coloquen un corsé que ponga en riesgo la posibilidad de ganar seis u ocho gobernaciones que serán la expresión de la territorialidad de la UCR", apuntó.

El senador jujeño y otros candidatos a gobernadores como José Cano (Tucumán) y Luis Niadenoff (Formosa), ven peligrar sus acuerdos con Massa en caso de que la convención opte por un acuerdo acotado al PRO y la CC-ARI.

"Me niego a tener que aceptar otras fuerzas políticas que no nos respetan", dijo Morales en alusión al rechazo de Macri y Carrió a confluir con Massa en las Paso de agosto próximo, al tiempo que pidió que en el partido se de "un debate ideológico. Es mentira que Macri no quiera reprivatizar YPF", advirtió.

Moderado, Cobos pidió que la Convención defina en una sola votación el marco de alianzas y si será él o Sanz quien represente al partido en las primarias de agosto, al tiempo que reiteró su rechazo a un acuerdo con el PRO.

"Nosotros no queremos adherir a otros espacios. Pretendemos convocar a otras fuerzas y que nadie nos ponga condiciones", sostuvo.

Pasadas las 5, llegó la votación final que le otorgó una cómoda diferencia a Sanz, quien consiguió el apoyo de 37 congresales de la provincia de Buenos Aires, sobre un total de 73, además del mayoritario apoyo de los mendocinos, su provincia.