Después de que Javier Milei le pidiera a Menem y a Villarruel que no se aumentaran los sueldos a los legisladores ambos le hicieron caso. Pero después, y con tanta vergüenza que ni siquiera dijeron el título del proyecto sino sólo su número, los senadores se aumentaron el sueldo de una manera ridícula y, claro, lograron ganarle a la inflación.

Pero mientras los Senadores cobran casi 5 millones de bolsillo, los diputados “apenas” superan los 2 millones de pesos mensuales y al parecer les resulta poco por lo que el presidente de la Cámara, Martín Menem, ya adelantó que verán la manera de subir esos sueldos, pero que tratarán de no hacer el escándalo que hizo la cámara alta.

Una vez más la política no entiende que si no hay plata, no hay plata para nadie y tampoco entendieron que la política también debería pagar el brutal ajuste. Pero queda claro que, a pesar de haber votado una ley en contra de los derechos de los trabajadores, los diputados reclamarán más plata para sus bolsillos.