Federico Pinedo había asegurado que Aranguren no era "un salame" pero que se habían cometido algunos errores en los aumentos desmedidos de los servicios. Para Peña los aumentos se dieron con el acuerdo de varios sectores, lástima que nadie se enteró de esos acuerdos.

Después se enorgulleció al decir que ahora se pusieron topes a los aumentos, como si un 400% de aumento fuera soportable para los argentinos.

Además el jefe de gabinete se mostró convencido de que el ministro de Energía "es un lujo por su capacidad y su honestidad".