Con 147 votos a favor, 3 en contra y 88 abstenciones –en su gran mayoría de Cambiemos–, quedó aprobada en Diputados la Ley de Emergencia Ocupacional, que prohíbe los despidos en el lapso de 180 días y establece la doble indemnización.

El macrismo abandonó así su política opositora a la ley en el Congreso para que el trámite de aprobación y veto se haga con la mayor celeridad posible, de modo de no permitir que siga extendiéndose en el tiempo y socavando la imagen del presidente Mauricio Macri.

De este modo, para "sacarse de encima" el tema, el mandatario se apresta a vetar la ley, lo que ocurrirá este viernes y de esta manera no se tomará los diez días de plazo que la Constitución le otorga para vetar la ley.

El veto será total y lo presentará en Cresta Roja, lo que ya fue catalogado por el titular de la CTA, Pablo Micheli como una "mojada de oreja". Macri estará acompañado por el ministro de Trabajo, Jorge Triaca, y por el titular de la cartera de producción, Francisco Cabrera.

Las centrales sindicales, en tanto, analizan una respuesta al eventual veto, sea este mismo jueves o dentro del plazo constitucional antedicho. Hugo Moyano ya le había advertido a Macri que esa decisión sería "desoír al pueblo y a sus representantes", por lo que reclamó que "se evada de cualquier oportunismo político para el que terminan utilizando a los trabajadores".

El veto, dijo el titular de la CGT Azopardo, "va a ser un golpe muy grande y un error muy grande que va a cometer el Gobierno", lo que supone también algún tipo de respuesta concreta más o menos inmediata por parte del gremialismo que se ha unido –más allá de las diferencias– para defender esta ley.