Aprovechando su estancia en Chapadmalal por el retiro espiritual de su equipo de gestión, el mandatario montó una corta visita a la fábrica de alfajores de la firma Havanna, en Mar del Plata. Una vez más, escuchando sus palabras no se pudo interpretar más que una visión optimista del cambio que todos los argentinos vemos cada vez con más disgusto.

Disgusto también genera escuchar hablar al Presidente Y NO ENTENDER QUÉ PALABRA INTENTÓ DECIR: en la redacción le damos vueltas y vueltas, play, retrocedemos, volvemos a escuchar con atención. Pareciera que, como ya hizo otras veces, enarboló una fuerte defensa del sector empresario, que desde su razonamiento es víctima de los reclamos judiciales que los trabajadores realizan por lo general, porque las empresas no cumplen con las normas laborales vigentes. De todas maneras, no estamos muy seguros.