Envalentonados por lo que consideran un triunfo electoral, el Gobierno no le dejó pasar a la cúpula de la CGT la marcha del martes. Es por ello que ya desplazó dos funcionarios que tienen vínculos con el moyanismo: se trata del superintendente de Servicios de Salud de la Nación, Luis Scervino, y al viceministro de Trabajo, Ezequiel Sabor. 

En su momento, los arribos de ambos habían sido vistos como un gesto del Ejecutivo hacia la central obrera, que dedicó gran parte de este tiempo a justificar una posición pasiva. 

Si bien todavía no se informó quién será el reemplazo, será un hombre cercano al ministro de Trabajo, Jorge Triaca.

La nueva movilización de la CGT contra las políticas económicas de Macri ya tuvo reacción por parte del Gobierno y no fue precisamente, la de mejorar algunos aspectos de la economía.