Mauricio Macri cumplirá en este 2014 su séptimo año como Jefe de Gobierno porteño, y su penúltimo en esta función, ya que luego deberá ceder su cargo a un sucesor, quien recibirá una deuda externa pública tres veces mayor de que la heredó el líder del PRO cuando asumió en el 2007.

De acuerdo con una nota del diario Tiempo Argentino, cuando Jorge Telerman le entregó el mando a Macri, la deuda externa de la ciudad era de 574 millones de dólares. A finales de 2013, el pasivo público con organismos internacionales y bancos del exterior ya era de 1794 millones de dólares.

Lo más interesante, es que el mayor peso de los pagos de esta deuda, con intereses atados al valor del dólar, comenzará a correr en manos del próximo alcalde de la Ciudad.

El diario Tiempo Argentino se basó en un informe elaborado La Fábrica Porteña, un observatorio socioeconómico dedicado a la Ciudad, que preside el ministro de Trabajo de la Nación, Carlos Tomada.

De esta manera, de acuerdo con el informe, "el 96,3% de la deuda porteña está en moneda extranjera o atada a su valor, mientras que en 2007 representaba un 60 por ciento”, y en consecuencia, la variación del volumen de la deuda en moneda extranjera "torna más vulnerable la situación financiera de la Ciudad", porque "si aumenta el dólar un centavo la deuda crece".

Por su parte, el informe de La Fábrica sostiene que la CABA no tiene razones para sumar deuda externa, ya que "mientras la Ciudad es la mayor emisora de deuda atada al dólar, al mismo tiempo es una de las provincias más superavitarias, un dato que quita justificativo a la necesidad de constante endeudamiento", y se remite al texto de presentación del Presupuesto 2014 para demostrarlo.

"El gobierno se jacta de haber logrado al primer semestre de 2013 un resultado económico primario de 5157 millones, de 3080 millones cuando se incorporan recursos y gastos de capital, y un resultado financiero superavitario de 2765,5 millones de pesos", señala el documento de La Fábrica.

Una de las principales consecuencias que se derivan del informe, es que la Ciudad se endeuda cada vez más, a pesar de que recauda cada vez más a partir de impuestos. En el último trimestre de 2013, la recaudación tributaria creció casi un 50 por ciento.