Durante su estancia en Davos, en el marco del Foro Económico Muncial, el presidente Mauricio Macri le dijo a la agencia Reuters que el mayor punto de fricción en la discusión con los fondos buitres es el tema de las penalidades sobre los bonos en default.

Hasta ahora, el macrismo había asegurado que el cambio de mando auguraba una pronta negociación con los buitres, ya que la voluntad del actual Presidente sería la de negociar como sea.

Sin embargo, las negociaciones no irían tan bien, según reconoció el propio Mandatario. La próxima reunión con el mediador en las negociaciones está prevista para el 1 de febrero.

En otro orden, el presidente anunció que "ya dio la instrucción" a su gabinete para que avance "lo antes que se pueda" para volver a "cumplir con el artículo 4 del FMI".

En la práctica ello permite que el organismo pueda elaborar informes sobre la Argentina con consejos sobre cómo direccionar el país. Esta colaboración con el Fondo había sido discontinuada durante la presidencia de Néstor Kirchner, quien no permitió la intromisión del FMI.

Según Macri  "no permitir" la aplicación del artículo 4 "fue absolutamente en detrimento" de los intereses argentinos, "fue todo costo" porque eso llevó a mayor "falta de confianza" con nuestro país.