El presidente Mauricio Macri declaró luego de la reunión con los gobernadores que "no están previstas las sesiones extraordinarias para el Congreso". Esto significa que hasta marzo de 2016 el Parlamento no sesionará, por lo que Estado funcionará a base de lo que dicte el Poder Ejecutivo mediante los decretos que firme Macri.

La principal razón por la que se estima que Macri no quiere convocar a estas sesiones extraordinarias es que no poseé mayoría en ninguna de las dos cámaras del Parlamento. Sí las presidencias de las cámaras, ya que Cristina Fernández decidió que el FpV le deje el lugar a los designados por la alianza Cambiemos para que tengan gobernabilidad.

Esta medida de autoritarismo contradice el discurso de consenso y respeto por la instituciones que enarbolaron durante la campaña. Además, de esta forma tendrán tres meses vitales para negociar con los espacios y así poder tantear que proyectos podrá aprobar con el aval de las distintas fuerzas políticas a partir de marzo.

Este accionar del gobierno ya comenzó a generar polémica dentro de la oposición. Sergio Massa, líder del Frente Renovador, defendió ayer luego de su encuentro con el Presidente en la Casa Rosada que Macri gobierne a través de Decretos de Necesidad y Urgencia (DNU) los próximos tres meses.

En cambio, Jorge Altamira, referente del Frente de Izquierda y de los Trabajadores, afirmó hoy que "vamos a tener 100 días de gobierno por decreto", en los que "se van a tomar medidas para tomar más deuda y eliminar retenciones", por lo que aseguró que el Presidente Mauricio Macri  "tiene que llamar a sesiones y no aplicar DNU", ya que "es inconstitucional tomar deuda sin pasar por el Congreso".