La Federación Nacional Docente, enrolada en la CTA que conduce Pablo Micheli, anunció que no retomará el ciclo lectivo luego de las vacaciones en las provincias de Buenos Aires, Catamarca, Chaco, Chubut, Entre Ríos, Santa Cruz y Tierra del Fuego. La medida se resolvió luego de una reunión del Consejo Directivo, en la que se votó por llamar a un paro nacional.

Según resolvió la Federación en la reunión de su Consejo Ejecutivo realizada ayer, los gremios que la integran en las provincias de Buenos Aires, Catamarca, Chaco, Chubut, Entre Ríos, Santa Cruz y Tierra del Fuego "no inician las clases" y llamaron "a un paro nacional" al menos hasta el martes "al agudizarse el conflicto en las diferentes regiones del país".

Según constó en un comunicado, la FND junto a la Central de Trabajadores Argentina convocó a un paro en siete provincias. 

"La caída del poder adquisitivo del salario, la precarización de las condiciones laborales, las carencias edilicias, en los comedores, transporte, mobiliario o becas; la persecución y judicialización a los que luchan (Tierra del Fuego o Misiones), más los despidos de contratados y congelamiento de vacantes, sintetizan los padecimientos de los trabajadores de la educación. Son condiciones que dificultan la labor docente para enfrentar la crisis más general del sistema educativo atravesado, además, por una creciente deserción escolar", argumentaron en el escrito. "Ante esta situación exigimos la inmediata reapertura de las paritarias docentes, tanto nacional como en las provincias y el aumento del presupuesto". 

La medida implicaría el no inicio de clases por 48 horas los días 25 y 26 de julio en Misiones, Entre Ríos, Catamarca, Chubut, Chaco, Tierra del Fuego y Buenos Aires. En tanto, en Santa Cruz, los docentes podrían seguir con retención del servicio. 

 Asimismo, según completó el comunicado, la FND resolvió:  

Promover un paro nacional de docentes y estatales para el jueves 11 de agosto junto a ATE y demás sectores, con movilización. Desarrollar las instancias democráticas en cada provincia y entidad e impulsar la más amplia unidad en la acción para enfrentar el ajuste del gobierno de Macri y los gobernadores.

Interpelar y repudiar la intención de crear un Instituto de Evaluación Docente a nivel nacional que, lejos de mejorar la educación, intenta constituirse como organismo disciplinador y flexibilizador de las condiciones laborales y profundizar la fragmentación del sistema entre escuelas para ricos y pobres.

Promover el Seminario sobre Evaluación Educativa a realizar en setiembre. Y todo encuentro que impida la implementación de este proyecto estratégico, contra los intereses de la escuela pública.

Proponer un Instituto de Evaluación que evalúe las políticas educativas, al gobierno nacional y los provinciales, responsables de la continua crisis educativa.