En el Palacio de Tribunales, el titular de la Corte Suprema de Justicia hizo un discurso de poco menos de una hora para dejar inaugurado un nuevo año judicial, tras la feria de dos meses.

Ricardo Lorenzetti pidió a los jueces “hacer una autocrítica” sobre “cómo estamos funcionando", haciendo hincapié en responder a las "demandas sociales".
En ese sentido lamentó que "las transformaciones en los últimos tres años han sido mínimas" a pesar de las “miles y miles” de demandas sociales ante los estrados judiciales, por lo cual se preguntó si podían “examinar los procedimientos institucionales".

Y ensayó la respuesta: "Debemos hacer una autocrítica acerca de cómo estamos funcionando, debemos pensar en el país y en la grandeza que necesitamos", señalando que “seguimos con las discusiones pero no conseguimos soluciones".

Para Lorenzetti, la "tragedia del tribunal" es la escasez de tribunales y la sobrepoblación de causas, la "tragedia del tiempo" tiene que ver con la "irracionalidad" de que un ciudadano tenga que afrontar litigios de diez años y la "tragedia de la burocracia" es lo que aleja a los jueces del "drama humano", según explicó.

"Si hay costumbres sobre las que debe haber un cambio, hagámoslo, no puede tan difícil", dijo, y planteó entre las reformas necesarias la digitalización de los expedientes y la posibilidad de que hubiera jueces de Paz "en los barrios" para causas sencillas de rápida resolución.

Tras el discurso de Lorenzetti, los jueces de todo el país comenzaron a discutir en comisiones las eventuales reformas que puedan realizarse en los mecanismos de gestión del Poder Judicial, que luego serán luego tratadas por el plenario de la Corte Suprema de Justicia.

Así podrían plasmarse en una acordada firmada por los jueces del máximo tribunal en lo que respecta a la justicia federal, mientras que las que se planteen a nivel provincial deberán ser abordadas por las Cortes de cada provincia.