Luego de su visita al penal de Alto Comedero, donde la dirigente permanece detenida desde la asunción de Gerardo Morales como gobernador, el actual miembro de la Corte Interamericana de Derechos Humanos, Eugenio Zaffaroni, firmó un interesante artículo en la contratapa de Página 12, en el cual intenta dilucidar el proceso social que ubica a Milagro Sala como una líder latinoamericana, y cómo esta detención "preventiva" hizo crecer la figura de Milagro.

Entre sus párrafos enumera nueve puntos sospechosos en relación a las circunstancias que rodean la decisión judicial:

1) El Superior Tribunal está integrado por los diputados oficialistas que horas antes votaron su ampliación.

2) En el penal asesinan al sobrino de otro preso que denuncia que se lo torturó para obligarlo a declarar contra Milagro.

3) En una noche se allanaron 21 domicilios particulares de gente humilde.

4) Se reactivó un proceso contra Milagro por una agresión al actual gobernador en 2009, sin prueba alguna de su participación.

5) Se intentó impedir la publicidad de las audiencias de debate.

6) Se sanciona y amenaza a los defensores, hasta por apelar.

7) Un fiscal y un juez “no diligentes” contra Milagro, en curso de remoción.

8) Un fiscal dedicado a la persona de Milagro, como una sección del Ministerio Público.

9) El desopilante proyecto de consulta popular de 13 insólitos legisladores jujeños, que agravian a todos los organismos internacionales, borrando de su memoria la visita de la Comisión en 1979.  

El exmagistrado de la Corte Suprema repasó el tratamiento mediático del caso -plagado de mentiras sobre la dirigente- la imposibilidad del gobierno acusador de demostrar a lo largo de todo el 2016 de una manera fehaciente y creíble las denuncias de administración fraudulenta -que encima es excarcelable- y  configuró el temor de Cambiemos ante una figura que aúna los reclamos ya no sólo de los jujeños, sino de muchísimos excluidos más en todo el territorio.