La utilización política del asesinato de Fernando Báez Sosa está a la orden del día, pero lo que hizo Luis Majul supera cualqueir barrera.

Mientras Graciela Sosa estaba explicando que no había sentido compasión por Máximo Thomsen y su supuesto desmayo en la sala de audiencias mientras lo estaban condenando a perpetua por asesinato doblemente agravado, porque ellos no tuvieron compasión con su hijo, Majul demostró la clase de persona que es.

Esta claro que a todos nos duele el fallecimiento de un familiar, Jonatan Viale debe haber sufrido la muerte de su padre y hasta a Luis Majul le debe haber dolido la muerte de su madre pero de ahí a comparar esas muertes con el cruel asesinato de Fernando hay un abismo.