El título central de la tapa del “gran diario argentino” de ayer martes 5 de abril fue: “Procesan a Cristina por asociación ilícita y la embargan en 130 millones”. Hasta allí todo normal, pero lo llamativo del caso es la foto que usaron para ilustrar la portada en la versión papel. La imagen, cuya autoría corresponde al reportero gráfico Juano Tesone, muestra a la ex mandataria en la puerta de su departamento de Recoleta dialogando con militantes, tomada de la mano de una niña de unos 12 o 13 años visiblemente emocionada por el encuentro. El gesto de Cristina no la favorece, no está posando aún para ninguna foto, está hablando. Seguramente hay decenas de retratos de un microsegundo después cuando la expresidena sonríe para que le saquen la imagen que esa nena fue a buscar, pero esa no es la foto que quiere Clarín.

El diario decide utilizar la imagen en la que puede leerse una mueca de sorpresa en el rostro de Cristina, seguramente la idea era mostrarla desconcertada o pasmada ante el procesamiento y el embargo dictado por Bonadio. Eso hubiera sido una sutileza, pero Clarín no se caracteriza por su delicadeza, es burdo y extremo en sus intentos por instalar representaciones. Por eso la decisión editorial fue retocar groseramente la imagen saturando el color en ciertas zonas como la boca y bajando el tono de la piel de Cristina Kirchner, palideciéndola. Intensificaron el rojo de su labial para dar un efecto que la ridiculice, el contraste la hace parecer maquillada como un payaso. Retocar la imagen hasta que Cristina parezca “tocada”, una “vieja loca y payasa”, esa fue la decisión de Clarín.

Foto original de Juano Tesone para Clarín.
Foto original de Juano Tesone para Clarín.

Por si esto fuera poco, alteraron también la claridad de la imagen para exagerar los contornos y avejentar su rostro. La imagen no es real, está completamente distorsionada, cualquier ojo mínimamente entrenado en fotografía lo nota, pero lo nefasto del recurso periodístico es que intentan hacerla pasar por auténtica. No es un montaje o una parodia al estilo de las tapas de Página 12 donde el lector conoce de antemano los guiños editoriales del diario. Clarín instala una representación mentirosa de manera falaz.

El propio diario publicó  la foto original en el cuerpo de la nota en su versión online y le dio el crédito al reportero. Allí se observa que si bien a Cristina no la favorece su gesto, su maquillaje y hasta su vestido son diferentes a como se los muestra en la tapa de la edición papel, mucho más delicados y sutiles, precisamente los atributos de los que carece el diario.

Por eso nos tomamos el trabajo de recopilar y comparar la imagen original, la imagen de tapa y otra foto más del mismo día pero tomada en el Instituto Patria donde Cristina Kirchner se reunió con economistas.

Foto de Estanislao Santos para el Instituto Patria
Foto de Estanislao Santos para el Instituto Patria

Es llamativo observar que la distorsión de colores de tapa exagera su maquillaje y avejenta a la exmandataria. La coincidencia con el “estilo” de las manifestantes que se convocaron el 1A para apoyar al presidente Mauricio Macri no parece ser casual.