Es un momento delicado para la cúpula de la CGT. Es que tras la multitudinaria marcha, una cosa quedó clara: mientras las bases mostraron una gran voluntad para que se concrete un paro general, los 'gordos' prefieren dilatar lo máximo posible. 

La dirigencia de la central obrera, que conduce el triunvirato de Héctor Daer, Carlos Acuña y Juan Carlos Schmid, no quedaron bien las cosas debido a los incidentes que se produjeron sobre el final de la marcha, donde un nutrido grupo de trabajadores llegó hasta el escenario con la proclama que surgía a gritos a lo largo y ancho de la marcha: "paro general".

"Hay que dejar cerrar algunas heridas por algunos errores puntuales de organización", dijeron desde el sector del transporte a la agencia Télam. 

"No se trata de buscar responsabilidades porque no es un sólo dirigente el que organiza todo, sino de analizar cómo movernos en el futuro, porque no podemos dejarnos madrugar por grupúsculos que nos quieren marcar la cancha en un año electoral", expresó.

Sobre la fecha no anunciada en el acto para un eventual paro nacional, lo que desató el descontento general, uno de los secretarios generales de la CGT, Carlos Acuña, minimizó el hecho y dijo que: "ningún grupo de pícaros va a corrernos por izquierda ya que nosotros jugamos para los trabajadores y no para los sectores políticos apurados".

Acerca de la existencia de diferencias en el seno de la conducción sindical, Acuña sostuvo que "en todas las familias surgen diferencias, pero en la familia de la CGT los compañeros estamos comprometidos a superarlas en beneficio de los trabajadores".

El triunviro cegetista confirmó que se convocará al Consejo Directivo en los próximos días y reiteró que "la fecha de un paro la van a decidir los cuerpos orgánicos de la CGT", a la vez que admitió que aguardan "una convocatoria del Gobierno".

Esta tarde circuló con insistencia en diversas organizaciones sindicales una probable fecha para un posible paro; el 4 de abril, aunque fuentes gremiales confiaron que todavía debe confirmarse esa fecha que ya había anunciado como probable el ferroviario Omar Maturarano.

Por su parte, el secretario de Finanzas de la CGT y responsable de la organización de las movilizaciones de la central obrera, Abel Frutos, negó versiones sobre su posible renuncia a la conducción y de haber sido retado por otros dirigentes.

Frutos, en declaraciones a Télam, sostuvo que "no sé de donde sacan esas versiones porque en ningún momento amagué renunciar a mi cargo en la CGT", a la vez que negó haber recibido "algún reto de parte de (Luis) Barrionuevo".

Un dirigente de un sindicato del área de servicios fue más directo y sintetizó el malestar existente por los disturbios, al afirmar que "en la movilización estaban las dos CTA, los movimientos sociales y nosotros y nos relajamos con el tema de la seguridad. No nos puede volver a pasar".