Luego del bochorno que se generó por el retraso y la denuncia sobre la posible desaparición de urnas donde el candidato de Cambiemos perdía ante la expresidenta Cristina Kirchner, varios funcionarios del Gobierno salieron a pedir que se implemente el voto electrónico. 

Una de las primeras en salir a exigir que no se podía seguir con este sistema de boletas en las elecciones fue la gobernadora de la provincia de Buenos Aires, María Eugenia Vidal quién sostuvo que el voto electrónico se utiliza "en todas partes del mundo", expertos en informática y sistemas electorales criticaron la propuesta en el Congreso. 

Javier Smaldone, administrador de sistemas dijo a Tiempo Argentino que "Vidal miente", porque "en los primeros 20 países más importantes del mundo se vota en papel en 19", subrayó. 

La afirmación de Vidal sobre el voto electrónico en el mundo es falsa

En la misma linea, Smaldone argumentó que "de los 20 primeros países según el Índice de Desarrollo Humano de la ONU, 19 de 20 votan con papel y el 20mo es Estados Unidos en donde el 70% vota con papel, eso algo dice", remarcó el programador. 

Además agregó que "el riesgo principal según el grueso de los informáticos se opone al uso de computadoras para votar, la tecnología de hoy no nos permite construir sistemas seguros, no hay métodos para eso", remarcó Smaldone a Tiempo Argentino.

El año pasado no prosperó la iniciativa del voto electrónico que el Poder Ejecutivo quiso imponer en el Congreso al quedar demostrado las debilidades técnica y políticas que explicaron especialistas, pero por sobre todas las cosas, por los Senadores que se resistieron a este proyecto. 

Delia Ferreira, integrante de Transparencia Iternacional, sostuvo ante Tiempo Argentino que "el escrutinio provisorio tiene que estar en manos independientes y no de uno de los competidores". 

Por último, Smaldone explicó que "el problema es que cuando voto a través de una computadora, no me consta que ese sistema no está almacenando y transmitiendo a un tercero cómo estoy votando, al votante no le consta que no se sepa cómo votó" y agregó: "perder la cualidad de secreto del voto es como volver a una situación anterior a 1912, con la ley Saénz Peña". 

Sobre la situación del domingo, dijo que el problema no estuvo en el conteo sino en la publicación de los datos. "Los datos los recibió una empresa privada, INDRA, que trabaja en el país desde hace 20 años y está cuestionada en todos lados del mundo. El problema estuvo en la publicación de los datos",enfatizó a Tiempo Argentino.