Según solía asegurar, de ser Presidente vendría a “cerrar la grieta” que, según se agitaba desde los multimedios que apoyaban al actual mandatario antes de serlo, el kirchnerismo había abierto entre los argentinos.

Sin embargo, muy por el contrario, Mauricio Macri parece ahondar día a día la ya célebre “grieta”, ahora entre quienes se oponen al ajuste permanente ejecutado desde el Gobierno, sea con discursos y con marchas y movilizaciones, y quienes defienden sin cortapisas las políticas oficiales.

Así se puso de manifiesto en el piso del canal América, donde el actor Raúl Rizzo, de pública fe kirchnerista, y panelistas como Pablo Duggan, confeso defensor de la gestión macrista, protagonizaron un fuerte cruce.