"Desde el primer día de su gestión tuve la percepción de que Macri parecía estar al frente –y sé que es una metáfora horrible– de un grupo de tareas. Realizaba la agenda que le habían encomendado: pagarles a los fondos buitre, quitar las retenciones, generar una especie de discurso negacionista sobre el genocidio, reinstaurar la teoría de los dos demonios, destruir todo el campo ético-político de los doce años anteriores. Pero al mismo tiempo, y al menos hasta ahora, no se ven condiciones de posibilidad de una gobernabilidad. En el macrismo no se ve. Más bien veo que ya se está preparando un candidato paralelo, por si acaso, cuando no han pasado nueve meses de gobierno", sostuvo Alemán refiriéndose a Sergio Massa. 

Éste "sería quien traería esa gobernabilidad de la que estamos hablando. Una vez disuelto el kirchnerismo –que es el hecho maldito que hay que extirpar, para utilizar la metáfora de John William Cooke–, Massa pondría las cosas en su sitio. Internacionalmente seguiría la política del Estado norteamericano, no volvería a la red de alianzas latinoamericanas, no volvería a las mismas lógicas redistributivas. Pero sería menos traumático en un montón de aspectos. Así que es un plan B bastante elaborado. Pero también bastante apresurado", expresó el pensador en diálogo con Tiempo Argentino. 

En relación al lugar del kirchnerismo, Alemán sostuvo que "ninguna transformación o renovación va a venir de la mano de una facción del peronismo que intente excluir al kirchnerismo. Una cosa es que uno piense que el kirchnerismo no puede ser reproducido idénticamente: incluso creo que el kirchnerismo tendría que inventar nuevos nombres y nuevas alianzas, y que además tendría que radicalizarse en su posición de proyecto nacional y popular. Yo entiendo al kirchnerismo como algo que excede a la maquinaria electoral. Ahora, no creo en ninguna transformación que tenga como base su exclusión. En esa intención de neutralizar al kirchnerismo no veo ninguna potencialidad. Puede ser que algunas organizaciones internas del kirchnerismo deberían replantear si no tendrían que probar un nuevo tipo de existencia política".

El psicoanalista sugirió "probar otros nombres, probar otras formas asociativas. Revisar si un nombre que se corresponde con la etapa anterior merece ser mantenido. Pero para mí, el kirchnerismo sigue siendo la referencia clave".