Funcionarios del Gobierno nacional rechazaron la metodología del escrache a huevazos que sufrió el exministro de Economía Domingo Felipe Cavallo. Jorge Capitanich, Aníbal Fernández y Julián Álvarez repudiaron la acción de los militantes de Quebracho, aunque recordaron el inmenso daño que las políticas del neoliberalismo le ocasionaron a la Argentina.

"Independientemente de las diferencias ideológicas, nosotros consideramos que es necesario mantener el respeto por las ideas", dijo el Jefe de Gabinete, cuando fue consultado durante su conferencia de prensa de cada mañana.

En tanto, el senador Aníbal Fernández, consideró que el escrache fue "una estupidez sin sentido", aunque chicaneó, a apropósito de la foto que se hizo pública sobre el momento (y que ilustra esta nota): "Él tiene unos años más que yo y no estamos para andar metiéndonos abajo de la mesa de ninguna manera".

También el secretario de Justicia, Julián Álvarez, dijo en diálogo con el programa Dadyman de Radio América: "No estoy de acuerdo con un repudio de estas características, pero esto no significa desconocer lo nocivo de las políticas de Cavallo. Los argentinos tienen muy claro el daño que ocasionó".