A dos meses del fin de su mandato, Hebe de Bonafini le escribió una carta abierta a Cristina Kirchner. Esta mañana de miércoles dialogó con Dario Villarruel, la leyó al aire y analizó los primeros 60 días de gobierno macrista.

''Esto es igual que el 55, es igual que la dictadura. A mí me dicen que no sea exagerada, no. Ahora los desaparecidos son los que están desocupados y los próximos que van a estar, esos son los desaparecidos del sistema'', manifestó Bonafini en relación a la ola de despidos del flamante gobierno de Cambiemos.

"Ellos tienen que cumplir con lo que prometieron a Magnetto y a los yankies" expresó la Madre de Plaza de Mayo. "Yo digo que lo van a poner a Lorenzetti cuando Macri no pueda más", arguyó Bonafini.

La madre convocó a una marcha multitudinaria para el Día Nacional de la Memoria por la Verdad y la Justicia: ''El 24 de marzo todo el pueblo hará una marcha. Tenemos que estar juntos''.

"No tenemos que tenerle miedo a la lucha" sostuvo.

CARTA DE HEBE A CRISTINA

Buenos Aires, 10 de febrero de 2016

Queridísima Cristina:

Antes de hacer esta carta abierta pensé mucho, escuché muchas voces, miré noticieros, leí, leí, leí. Todo lo que hacía terminaba en vos. A veces te veía como un gigante defendiéndonos, a veces sentía que nos necesitabas. Me quedaba en silencio para volver a recordar tus increíbles discursos, pero es difícil: recuerdo partes, otras se me olvidan y otras se me mezclan.

Miles y miles de personas me dicen: “Si la ves, dale un abrazo de mi parte, decile que la necesitamos; si le escribís dale un abrazo grande, gigante, como si fuera el abrazo a la Plaza de Mayo”.

Esta carta la hago pública para que la recibas en nombre de los miles que me llaman, que me ven en los actos y en nombre de todos los que te amamos.

Te digo, querida Cristina, no es que te queremos ahora porque lo que pasa es horrible y terrible, siempre te necesitamos tanto. Sos nuestra legítima conductora, la única que nos comprendió y nos dio todo.

A mis 87 años me diste felicidad de ver una patria libre y soberana con niños alegres y educados, con jóvenes llenando universidades y abuelos protegidos.

Compañera del alma, me despido acariciando tus cabellos, apretando tus manos entre las mías y abrazando con fuerza tu pequeño cuerpo.

Segura de que te acompañaremos en la próxima victoria.

Hebe