Si algo tiene Juan Grabois es que se trata de un aire fresco en la política argentina. Lejos de los enjuagues partidarios, las roscas, y los acuerdos con los medios, se muestra tal cual es. Sin embargo, le llegó una denuncia que fue desmentida hasta por los propios funcionarios libertarios,

La diferencia se hace aun más evidente cuando enfrente tiene a personajes vidriosos como Jonatan Viale, un operador a medida, que trabajó en esa denuncia en su contra.

Bastó que Grabois lo increpara al aire para que Viale lo acusara de ‘chicanero’ mientras sus compañeros trataban de salvarlo del papelón.