El gobernador de Jujuy, Gerardo Morales, se victimizó al ser consultado por la polémica detención por 54 días de dos personas, por el hecho de haber tuiteado chistes sobre una presunta infidelidad de su esposa.

Tanto lo hizo que dijo haberse sentido muy afectado, se quebró, rompió en llanto y se preguntó qué le diría a su hija de dos años.

Pero el dislate llegó más lejos cuando aseguró que tanto Nahuel Morandini y Roque Villegas no fueron detenidos "por tuitear" sino por formar parte de un "grupo delictivo", al que acusó de haber alterado la identidad de su hija y generado "lesiones psicológicas" por violencia de género sobre su mujer, sosteniendo que no parará hasta que la causa llegue a la Corte Suprema de Justicia.