El ataque a Cartasegna se produjo el sábado por la mañana cuando regresaba a su casa en la ciudad de La Plata tras un operativo. Fue abordado por dos hombres y una mujer que lo bajaron del auto, lo encerraron en un garaje y lo golpearon con un hierro varias veces. Durante la golpiza lo amenazaron con hacerle algo a sus hijos. 

"No me hago el valiente, pero no tengo miedo, son unos tarados. No son profesionales, se creen que uno es muy fácil, pero no han seguido mi carrera. Trabajé contra los barrabravas", recordó el funcionario judicial en declaraciones radiales.

"El hombre de adelante me hablaba como policía, no muy prolijo, y el de atrás me pegaba. Como tenían un hierro, mucho no podía moverme, solo trataba que no se pusieran tan nervioso. Me sacaron de mi eje cuando me hablaron de mi hijo", relató.

Durante la golpiza le dijeron que todo se debía a la investigación a "los caranchos", los abogados que buscan indeminizaciones a partir de accidentes generados. El hecho estaría en complicidad con la policía bonaerense, encargada de repartir coimas. 

"Aparte de este, yo investigo otros temas. Para este no estaba preparado porque todavía no recibí la causa", explicó el fiscal. 

"Hay algo ahí que debe ser muy importante, o bien es de poca monta y por eso este ataque tan burdo de empapelar varios lugares con mi foto", añadió en referencia a los panfletos que fueron arrojados en la que aparece su imagen con la leyenda "conozca al próximo Nisman".