Tras la renuncia de Susana Malcorra, el macrismo anunció que Jorge Faurie será quien la reemplace en sus funciones diplomáticas, incluso este martes se reunirán para coordinar la agenda de la diplomacia internacional.

Faurie se desempeñó como jefe de Protocolo durante el gobierno del expresidente Carlos Menem, cuando generó una cercana relación con Ramón Hernández. Después, como vice canciller de Carlos Ruckauf tuvo una frustrada tarea cuando se destapó el escándalo de cuentas tanto del expresidente como de Hernández, en bancos suizos. Enseguida, fue separado de sus funciones y designado como embajador en Portugal, donde permaneció 10 años, para luego cambiar su destino laboral a la capital francesa.

El nuevo canciller estuvo ligado al escándalo de las cuentas suizas de Menem y su secretario en varios aspectos. Como gesto de amistad, Faurie le renovó el pasaporte diplomático a Hernández, a pesar de que estaba en medio de una investigación judicial por enriquecimiento ilícito, permitiéndole pasar las aduanas y oficinas de inmigraciones sin control en los aeropuertos del mundo.

Pero también surgió de las declaraciones juradas de Faurie que mantuvo una sociedad comercial con Hernández, en un proyecto gastronómico que finalmente no se llevó a cabo, además de haber evitado declarar dos campos en Santa Fe. 

Una vez destapado el escándalo de las cuentas en Suiza, Faurie fue la primera víctima política del enriquecimiento menemista, pero como buen soldado recibió el "perdón" y el exilio en Europa. Pero la vida siempre da revanchas y ahora será quien tenga el rol diplomático más importante.