"Se mueren los querellantes y la causa no se resolvió", dijo en declaraciones a Infojus el abogado de Echarren, Gonzalo Giadone, que señaló que "hace cinco días Echarren se descompuso en su casa, donde vivía solo" y murió luego que sus vecinos lo trasladaran a una clínica del centro porteño.

Según destacó Giadone,  Echarren tenía "complicaciones por su hepatitis y también neurológicas, por estar infectado con el mal de la vaca loca".

Luis Echarren fue uno de los mil pacientes hemofílicos que en 1984 se contagiaron HIV y hepatitis C en la Fundación de la Hemofilia, donde eran tratados por su problema de salud  y en donde se acusó a los  cuatro directivos de la entidad y los titulares de los laboratorios Bayer, Gador, Inmmuno y Merieux.

El caso fue manejado por el cuestionado juez Luis Bonadío quien sobreseyó tres veces a los acusados, pero en las dos primeras, la Cámara Federal porteña le revocó la decisión y le ordenó reactivar la causa, mientras que en la tercera hubo un fallo dividido y el caso llegó hasta la Cámara Federal de Casación Penal, que desde 2012 está analizando el expediente.

"El juez Bonadio hizo oídos sordos, no hizo las cosas como la lógica indica y como los hechos indican", había señalado  Echarren, que fue quien inició en el Consejo de la Magistratura una denuncia por mal desempeño contra Bonadío.