Con todas las cámaras en frente, el mandatario quedó expuesto cuando al momento de la lectura del evangelio según San Juan, Macri llevó su mano derecha hacia la frente, pero no completó el tradicional gesto católico, sino que disimuló su duda tocando con sus dedos, las comisuras de la boca.

Quizá el Jefe de Estado haya evitado persignarse por sus conocidas prácticas budistas y su obsesión por el Feng Shui, aunque el protocolo religioso de su cargo lo obliga a presenciar la misa del 25 de mayo. ¿Dará alguna explicación?