El flamante ministro de Hacienda dio una serie de entrevistas a los medios en la que dejó algunos conceptos de cuáles serán los cambios que se vienen desde la cartera económica. Sus respuestas confirman el perfil ortodoxo del economista que marcará el rumbo del país bajo la línea neoliberal con la que gobierna Mauricio Macri. 

Sobre las cargas patronales por tener empleados, Dujovne dijo que "los impuestos al trabajo son ridículos".

"El 35% es informal, en buena medida porque hay algunos sectores que no pueden enfrentar la carga tributaria. Los impuestos al trabajo son ridículos. Tenemos una sobretasa del 40% por encima del salario de bolsillo, entre las contribuciones personales y patronales. Sobre eso, después el empleado tiene Ganancias. La proporción de la carga impositiva en relación al salario de bolsillo es muy grande y atenta en contra de la formalidad. El impuesto al cheque también atenta en contra de la formalidad", dijo el ministro a La Nación. 

Sobre el fin de la devolución del 5% del IVA dijo que "era un subsidio a las tarjetas de débito".

"Lo que teníamos era un subsidio a los usuarios de tarjeta de débito, y no era el más eficiente en términos de equidad. Los sectores de bajos recursos usan menos la tarjeta débito que los de ingresos medios y altos. Además, hay otro fenómeno y es que tanto en el Banco Central como en el resto del Gobierno estamos tratando de impulsar el uso del dinero electrónico, que no es sólo la tarjeta de débito. Nada de eso tiene devolución de IVA y, en este contexto, era un ruido para la universalización de medios electrónicos que haya uno beneficiado por sobre los demás", explicó al mismo medio. 

En ese sentido, el medio Ámbito Financiero consultó si es posible una baja del IVA, a lo que el funcionario no lo negó, pero aclaró: "El IVA tiene una productividad muy baja: con una alícuota de 21 puntos porcentuales hoy se recauda menos de 10% del Producto Bruto Interno (PBI). Esa relación es de las más bajas que existen en el mundo. Esto es así, primero, porque al tener una alícuota tan alta genera evasión; y segundo, porque tiene muchos agujeros y supone mucho gasto tributario. Son cosas que vamos a ir mirando". 


Sobre el impuesto al cheque, también en diálogo con Ámbito, dijo que es un "un enorme incentivo a la informalidad" y a los ingresos brutos como "un problema muy grande para la economía argentina". El trabajo para aliviar a la economía en estas distorsiones estará coordinado con las provincias, a través del Ministerio del Interior. "Técnicamente las provincias se han financiado con impuesto a los activos, como el impuesto inmobiliario", opinó.

Consultado sobre si el aumento de la importación afectará a las economías regionales dijo que "No. Lo miramos con atención pero venimos de niveles tan bajos que vamos a ver tasas de crecimiento sostenidas en los próximos años. Argentina es uno de los 10 países del mundo que menos importa en el mundo. Importamos muy poco. Para poder exportar más la economía necesita importar más. Veníamos de una economía donde estaba prohibido importar. Es lógico que en la canasta de consumo de la Argentina pesen un poco más las importaciones. Pero además si nos preocupa la inflación y queremos más competencia, bueno, es lógico que la competencia importada también nos ayude en la batalla antiinflacionaria. Hay que contrapesar todos los objetivos que tenemos: nosotros queremos bajar la inflación y mejorar el salario de bolsillo. Y queremos crear condiciones más competitivas en la economía", señaló a Página 12.