Tras un informe de la Procela, el fiscal Jorge Di Lello realizó un pedido para que se investigue el aporte a la campaña presidencial de 2,6 millones de pesos que realizó Daniel Awada, cuñado de Macri.

La razón de la sospecha se debe a que el hermano Juliana, esposa del Presidente,  facturó en todo ese año 1.063.200 pesos, por la empresa de indumentaria para niños Cheeky, de la que ambos son dueños. La duda es cómo pudo hacer semejante desembolso de dinero en donaciones si sólo registró ingresos por la mitad de la suma en 2015. 

Según la hipótesis que maneja el Ministerio Público Fiscal, Awada podría estar encubriendo con su millonario fondeo otros aportes realizados en negro, o inclusive sería un caso de lavado de dinero.

Según consigna el matutino Página 12, en el informe de la Procelac, que conducen actualmente Gabriel Pérez Barberá y María Laura Roteta, la investigación tiene como fin "desalentar a aquellos que eventualmente podrían estar facilitando su nombre para que figure un aporte de orígenes no permitidos por la ley de financiamiento a los partidos políticos o incluso hechos ilícitos".

De acuerdo a un allegado del vocero presidencial, Iván Pavlovsky, "Awada dirige una empresa con más de 700 empleados, le sobra para hacer la donación que hizo. Yo hubiera querido que aporte más", confesó.

Los aportes de campaña se encuentran en el ojo de la tormenta luego de que una investigación del sitio Chequeado.com revelara que entre los aportantes a la campaña de Cambiemos aparecían altos directivos de empresas contratistas de la Ciudad, algo prohibido por la ley. Ante esto, el apoderado del PRO, José Torello, respondió al sitio web: "Tratamos de ser lo menos truchos posibles".