Alla por mayo de este año un grupo de personas usurpó 3 manzanas que estaban en desuso en la calle espejo al 1000 en Concordia. El jefe comunal, Enrique Cresto, sobreactuó firmeza y aseguró que su administración no toleraría de ningún modo la usurpación y hasta recordó que la ley indica que la gente que incurriera en este delito sería puesta en una lista de espera del Instituto de tierra y vivienda por lo cual durante 6 años no podrían recibir beneficios.

Pero la ley también contempla que si los terrenos intrusados son desalojados en menos de 3 días corridos, los usurpadores no quedan en ningún registro, no les queda ninguna mancha en el expediente y pueden acceder a los registros de personas que necesitan tierras y viviendas.

Los 'intrusos' fueron entonces desalojados por la policía. El jefe de la Comisaría Tercera dijo que "no hubo violencia, la gente es de trabajo y muy respetuosa. Tenemos orden de Fiscalía de garantizar que no se ocupen estos terrenos".

Las familias desalojadas montaron una carpa frente al terreno para "custodiarlo" mientras se resolvía su situación.

Cresto anunció un acuerdo con el dueño de esos terrenos para que fueran donados con la promesa de que allí se construiría una plaza para toda la comunidad, respetando así las normas del código de edificación.

Pero algo o alguien hizo cambiar de idea a Cresto. La plaza ya no se construirá. El terreno fue loteado y entregado a las mismas familias que lo habían intrusado. 

La buena noticia, más allá de las ideas y vueltas del intendente, es que 12 familias tendrán un lugar donde construir su vivienda.