Alejandro FInocchiaro no tuvo problemas en arrojarse sobre la granada y pedir que se quite de la versión taquigráfico los supuestos chats entre Marcelo D'Alesandro y Silvio Robles. La presidenta de la comisión debió aclararle que noe stá siendo tomado como prueba de nada e incluso que se los leyeron al propio Robles y el imputado no pidió su anulación.

Pero más allá de inmolarse innecesariamente, Finocchiaro fue un poco más allá e hizo una comparación, por lo menos, insólita. El diputado macrista comparó este chat con la confesión de un torturado y su lectura con lo que un torturador le dice a su víctima que dijo otro secuestrado.

Más allá de lo macabro de la comparación, lo que no quedó claro es si el diputado tiene muchas horas de ver películas de este tipo o si realemente tiene algun tipo de experiencia personal con torturas.