En 2014, cuando era ministro de Educación de la Ciudad, Esteban Bullrich se jactaba de “vencer la resistencia” de los gremios docentes en el distrito. ¿Cómo lo hacía o pretendía hacerlo…?

"Primero: lanzar muchas iniciativas al mismo tiempo, porque el gremio focaliza… Entonces, cuando el gremio focaliza, estoy develando la estrategia pero no importa porque es poco atacable igual, le abriste doce y las otras once avanzan", confesaba en aquella ocasión.

El método de ‘prueba y error’ implementado por Mauricio Macri parece responder a la misma lógica: abre muchos frentes, aparenta recular en alguno y hace pasar otros, tal vez la mayoría, que convienen a su régimen político empresarial (recordar que el propio Bullrich se reconoció más gerente de recursos humanos que ministro del área).

Valen para el caso varios ejemplos de las últimas semanas: avanza para reducir salarios previsionales y recula, dejándolos igual; obsequia 70 mil millones a su propia familia pero dice frenar el desfalco; cambia el feriado del 24 de marzo y vuelve a dejarlo en su lugar. En los hechos, jamás retrocede; como máximo, deja todo en su lugar…

Mientras tanto, hace pasar una reforma de las ART que es nociva para los trabajadores, con decreto y por el Congreso; perdonó deudas multimillonarias a las distribuidoras de electricidad, al tiempo que decretó más tarifazos; hizo poner en las últimas páginas de los diarios el escándalo Panamá Papers; puso punto final a Fútbol Para Todos; continuó con su espiral de endeudamiento, y ‘tolera’ sin resistencia despidos masivos…