En la voz de dirigentes como Julio Cobos y Ricardo Gil Lavedra, el radicalismo salió a criticar duramente el decreto de Mauricio Macri por el cual designa dos jueces "en comisión" en la Corte Suprema de Justicia.

La UCR puso así su republicanismo como límite a la arbitrariedad del macrismo y, al mismo tiempo, en riesgo el frente interno de Cambiemos, a pocos días de la asunción del nuevo presidente.

El padre de la criatura se vio obligado, entonces, a salir de su 'jubilación' política –según él mismo había anunciado– para intentar disciplinar a la tropa radical, al borde de la rebelión.

Ernesto Sanz salió a defender el decreto al considerar que es una medida "legítima, legal y constitucional", indicando que "el objetivo" de las dos designaciones "es garantizar la gobernabilidad".

Macri "hizo lo que tenía que hacer" al decretar las designaciones "en comisión", dijo el radical, señalando que el presidente "decidió no convocar a sesiones extraordinarias" en el Senado "porque todavía no se construyeron los consensos".

Sanz hizo así referencia al hecho de que el macrismo está en minoría en la cámara alta, lo que pone en cuestión la posibilidad de nombrar ministros de la Corte en forma directa. Una situación que también debieron sortear Néstor y Cristina.

Por esa razón, dijo que Macri "utilizó bien la Constitución" y consideró "Macri tiene derecho a construir fortaleza" a través de decretos presidenciales.