Desde la embajada argentina en Estados Unidos, donde tienen sede las negociaciones con los fondos buitre, se alertó sobre la solicitada que publicó el fondo de Paul Singer en el diario Clarín.

La solicitada del fondo NML trató de "humanizar" a los tenedores de bonos que no ingresaron a los canjes de 2005 y 2010, tratando de minimizar el mote de "buitre".

Clarín no solo publicó la solicitada paga de Singer sino que también apostó por "humanizar" a los tenedores de bonos con el clásico recurso de "conozca la historia personal de".

A través de una nota publicada en el diario Clarín se presenta a "Garrafa y Vazquez" dos argentinos que "inviertieron en el pais y que se sienten estafados". Claramente desde el multimedios de Magnetto como desde los fondos buitre lo que se evita señalar es el tema de la especulación y la avidez de ganar cifras siderales.

La Embajada argentina  señaló que  Paul Singer, "utiliza a terceras partes para disimular su avaricia. De nuevo, manipula los hechos verdaderos".  Y agregaron que "después de bloquear el cobro de los pagos al 92,4 por ciento de los acreedores de Argentina, Singer ahora dice que se preocupa por los ciudadanos argentinos". "¿Qué le responde Singer a los millones de tenedores de bonos individuales que aceptaron los canjes de Argentina y cuyo dinero él está bloqueando?", continúa el comunicado.

Antecedentes de manipulación de datos

El fondo buitre Elliot, liderado por Paul Singer, fue multado en 16 millones de euros por la Autoridad de Mercados Financieros (AMF) de Francia, por la utilización de información privilegiada en beneficio propio en la venta de acciones de un concesionario de autopistas en Francia.

En 2005, el gobierno francés decidió privatizar la explotación de las autopistas, por lo cual vendió 70 por ciento de las acciones a un consorcio internacional de empresas denominado Eiffarie el cual estaba compuesto por capitales franceses y australianos.

Luego de un año ese consorcio ya lograba controlar el 81.4 % de la concesión. Cuatro años más tarde Eiffarie y Elliot Advisors (subsidiaria británica de Elliot Management; a cargo de Gordon Singer, hijo de Paul) acordaron concretar la operación de compra total.  Sin embargo, Paul Singer mientras tanto compraba acciones de la concesionaria para venderlas luego más caras a Eiffare sabiendo que su hijo acordaría con esa empresa.

Según concluyó la investigación francesa, Singer padre utilizó información que no era pública para especular en torno del valor de las acciones del concesionario, obteniendo una ganancia de por lo menos 2,75 millones de euros.