Con el paro nacional discutiéndose para el 4 o el 6 de abril próximos, el Gobierno Nacional salió con los tapones de punta a criticar a la conducción de la CGT, luego del año y pico de servicios prestados por la central gremial a las políticas socioeconómicas macristas.

De hecho, es el ministro del Interior, Rogelio Frigerio, quien reconoció esos servicios. Dijo que "llama la atención" que el sindicalismo apoyara en "las malas" el año pasado al Gobierno, y "ahora, cuando todas las variables macroeconómicas muestran que se está saliendo de lo peor, empiezan los paros y las manifestaciones".
En declaraciones formuladas por radio Mitre, el funcionario señaló que “es obvio que hace pensar que (el paro) está teñido de un adelantamiento del año electoral".

En idéntico sentido se expresó este martes el ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne, quien acusó a la CGT de haberse "dejado llevar por un discurso confrontativo", que atribuyó al kirchnerismo y que, dijo, "apuesta a que al país y al Gobierno les vaya mal”.

“Se ha enturbiado muchísimo la discusión" con los sindicatos y la central obrera, añadió, describiendo que “en las últimas tres semanas, el discurso kirchnerista ha vuelto con fuerza y calado en sectores con los que el Gobierno venía conversando en una agenda constructiva".

Según Dujovne, "es indudable que el país está mucho mejor que el año pasado" y que, además, en el Gobierno "tenemos un discurso honesto, creíble" y hace falta "parar un poco la pelota y recordar qué es lo que recibimos" cuando asumió Mauricio Macri.

Para el Gobierno Nacional, en definitiva, primero se trató de una interna del PJ –cuando se anunció la movilización del 7 de marzo pasado– y ahora del “adelantamiento del año electoral”; nada que ver con un año de ajuste e inflación y los nuevos anuncios de tarifazos y el techo con que el oficialismo pretende limitar las negociaciones paritarias.