Los silbidos y los abucheos se sintieron mientras la cúpula de la CGT daba su mensaje, tal como pasó el 7 de marzo último durante una masiva movilización. En esta oportunidad, sucedió en el micro estadio de Ferro Carril Oeste durante un plenario gremial con 2500 personas en el que se ratificó una movilización de protesta a la Plaza de Mayo para el 22 de agosto. Además, se evaluó activar un paro general en septiembre en rechazo a la política económica del Gobierno y a una eventual flexibilización de las leyes laborales.

En la reunión, que no contó con la participación de las organizaciones gremiales que integran el Movimiento de Acción Sindical Argentino (MASA), también se decidió convocar a un Comité Central Confederal, aunque todavía no se decidió la fecha.

La central obrera emitió un comunicado alertando que "no vamos a tolerar" la reforma laboral que estudia implementar el Gobierno. Sobre la posibilidad de que el Gobierno busque impulsar una "flexibilización laboral" similar a la que se aprobó Brasil semanas atrás, la CGT señaló que no permitirá que "se agiten nuevamente las banderas de una reforma que avasalle los derechos laborales conquistados". 

Sobre las recientes intervenciones de gremios (SOMU, Canillitas, Seguridad Privada y Azucareros) y allanamientos (Camioneros, Estaciones de servicios), el triunvirato planteó "el cese de las abusivas intervenciones en los sindicatos y el intolerable e injustificado ataque a los dirigentes sindicales".

A su vez, la CGT recordó que frente a "la persistencia de altos índices inflacionarios, ausencia de inversiones productivas, caída de la actividad económica y pérdida de empleo, el movimiento obrero organizado ha dado muestras de responsabilidad en función de aportar al bien común y a la paz social". 

Los integrantes del triunvirato Juan Carlos Schmid y Héctor Daer fueron los encargados de cerrar el acto, con discursos en los que se comprometieron a defender las conquistas y derechos laborales, en línea con el documento leído, pero plantearon la necesidad de "emprender una lucha organizada que nos lleve a un triunfo y no a aventuras".

En el momento en que Daer realizaba su exposición se escucharon algunos silbidos de los afiliados presentes en el recinto del barrio de Caballito, pero otros dirigentes que lo flanqueaba hicieron ademanes para que cesaran los gritos y la situación no pasó a mayores. 

Precisamente, los gremios del MASA que acaban de retornar a la central al final no asistieron para evitar abucheos o escaramuzas con los afiliados de Camioneros, ya que el líder de ese sector, Omar Viviani, quebró su estrecha relación con Hugo Moyano años atrás y las heridas de ese resonante divorcio aún no cicatrizaron.