"Es imposible estabilizar si antes no se normaliza el funcionamiento de los mercados eliminando, simultáneamente, subsidios e impuestos distorsivos y regulaciones anti-productivas", señaló Cavallo.


"Los macro-economistas muchas veces no prestan suficiente atención a esta cuestión", advirtió, y continuó con una comparación con la economía chilena de los '90. "Está ocurriendo en la actualidad cuando se trata de comparar el desafío de estabilización que enfrenta el gobierno de Macri con el que enfrentó el gobierno de Patricio Aylwin en Chile en 1990.

"La economía funcionó hasta 2015 como una economía reprimida y desequilibrada, no muy diferente a la que dejaron como herencia los gobiernos peronistas en 1955 y 1976 o los que heredaron los gobiernos de (Arturo) Frondizi en 1958, de (Raúl) Alfonsín en 1983 y de (Carlos) Menem en 1989.

"En todos los casos mencionados, fue necesario pasar por un período de normalización económica antes de poner en marcha un plan creíble de estabilización. Y ese período de normalización o 'sinceramiento' de la economía, siempre fue política y socialmente penoso", sostuvo.
 

El cierre fue 'optimista': "Es un desafío titánico, pero nada se conseguirá por demorar en el tiempo las decisiones más difíciles. Cuanto antes la economía se haya normalizado, más rápido la gente comenzará a tener buenas expectativas".