Si bien no suele ser un referente de los votantes del kirchnerismo a pesar de que el formato de Intratables así lo pretenda, Diego Brancatelli es, en el imaginario de la televisión argentina, un ejemplo medio del pensamiento nacional y popular.

Sin las luces de una Sandra Russo o Nora Veiras, ni la potencia de un Víctor Hugo, Branca navega entre las buenas intenciones y los errores groseros.

Pero de alguna manera sintonizó con el pensamiento mayoritario de un electorado que ve como el fuego amigo está dañando seriamente una experiencia azotada por la pandemia y la guerra, pero que no termina de encajar con las expectativas de sus votantes.