La norma gracias a la cual el tratamiento hormonal de las personas trans está cubierto al 100% por el Estado está vigente desde 2019, pero obviamente Amalia Granata pretende dar marcha atrás con ese derecho aunque disfrazándolo de que no hay “nada más digno que poder comprar tu propio tratamiento”.

Después se fue por la tangente al afirmar que ella no está en contra de la comunidad trans argumentando que “mi peluquero es trans”.

Para cerrar y tratando de suavizar su discurso consideró que hay otras prioridades. Claramente no hay otras prioridades para una persona que necesita hacer su tratamiento hormonal pero no tiene el dinero para hacerlo.