Alberto Fernández no quiso dejar dudas de hacia donde estaba dirigiendo su mensaje: “El enemigo no está en el Frente de Todos, sino que es esa derecha maldita que una vez más quiere volver a someter al pueblo argentino”.

Y fue más allá al señalar que "entre nosotros no hay enemigos, habrá diferencias, pero aprendimos a convivir con esas diferencias".

Al participar del primer congreso del Frente de Todos de Chaco, acompañado por el gobernador Jorge Capitanich, el Presidente salió a defender la unidad como la única forma de vencer la amenaza del regreso de la derecha: "Macri generó el mayor desastre social que la Argentina recuerda. Endeudó como nadie se había animado. Eso es lo peor que nos puede pasar”.