90 mil vecinos sin luz entre el conurbano y la Ciudad producto de los cortes; protestas de trabajadores del Ministerio de Educación por 3 mil puestos de trabajo en peligro; aumentos exorbitantes en servicios que provocarán otro golpe al bolsillo del trabajador promedio; incendios forestales y rurales en La Pampa, y sigue la lista de eventos que suceden mientras Mauricio Macri sigue de vacaciones.

Al actual titular del Ejecutivo los antecedentes lo preceden. Cuando era jefe de Gobierno porteño su actitud respecto de los días no laborales era muy similar a la que tiene en la actualidad. Desde su mandato que comenzó en diciembre del 2007 hasta ese mismo mes pero del 2012 se tomó nada menos que 261 días de vacaciones. Poco más de ocho meses (la envidia de todo trabajador asalariado).

Pero como legislador el Presidente tampoco hizo un bien papel. En 2006 desde su banca como diputado cumplió el récord de ausencias y fue, junto con Federico Storani, el que menos presencia tuvo en el Congreso. Los resultados son detestables: estuvo ausente en 277 votaciones de las 321 que hubo y solamente dos veces hizo uso de la palabra en el recinto.

Pero estas cifras no solo son exageradas para el titular de un cargo Ejecutivo o Legislativo sino que además triplica o hasta cuadruplica las vacaciones normales que cualquier empleado argentino puede tomarse. Esos trabajadores a los cuales durante su primer año de gestión señaló constantemente con el dedo al criticar los paros, los ausentismos, las llegadas tarde, y las suplencias. 

Esta vez fue su mujer, Juliana Awada la que, a través de Instangram, cual miembro de la farándula argentina, subió una imagen en la que se la ve completamente relajada junto con Mauricio Macri navegando por uno de los lagos del sur. El jefe de Estado, quien volverá a la Capital Federal el domingo, pasó más una semana en un barrio privado ubicado a unos tres kilómetros de La Angostura.