A las doce del mediodía la avenida Pueyrredón, frente a la estación Avellaneda de la línea Roca de los Trenes Argentinos, lucía llena de manifestantes de distintas organizaciones políticas y sociales, gremiales y de derechos humanos. De nuevo una convocatoria allí, luego de tantos años de conquistas populares. Por momentos sigue costando y mucho asumir la nueva realidad. De un costado apareció al trote un grupo de muchachos con las caras tapada y palos en las manos, y cortó el tránsito en dirección a la provincia de Buenos Aires. Los pocos policías que había en la zona, se alejaron en dirección al puente.

Entre las columnas de militantes ya apretaban el paso algunos de los dirigentes y referentes que un rato antes habían participado de la conferencia de prensa que el Comité por la Liberación de Milagro Sala había ofrecido en la sede porteña de la Tupac Amaru. Entre ellos, Alejandro “Coco” Garfagnini, vocero de la organización jujeña en la Ciudad de Buenos Aires. En otros puntos del país se estaba realizando actividades similares. Desde las paredes de la estación Avellaneda, Maximiliano Kosteki y Darío Santillán, asesinados por luchar durante otros de los años oscuros que sacudieron a nuestro pueblo, daban su apoyo y alentaban a la militancia a no bajar nunca los brazos. Menos aún si en la Casa Rosada hay un gobierno perverso, sin patria.

Fue entre las coloridas columnas de manifestantes y al son de las melodías de las trompetas que, algunos dirigentes del campo popular, compartieron unas breves reflexiones. Todos coincidieron en mencionar a la calle, o el espacio público, como campo de batalla clave para torcerle el brazo al gobierno estafador. La concejala por el Frente para la Victoria (FPV) de Lomas de Zamora, Daniela Vilar, dijo que “en nombre de Sala y de los compañeros que organizó, tenemos que seguir organizándonos, ganar la calle, y tratar de demostrarle al resto de la sociedad que Macri con este caso ensaya una prueba piloto para luego avanzar con la persecución en todo el país. Fernando Gómez, de la organización peronista Descamisados, sostuvo que “a partir de la experiencia de ganar la calle como herramienta de lucha para frenar el saqueo de nuestro país, fuimos construyendo junto al resto de las organizaciones un piso de articulación popular, que hoy se expresa con fuerza en la jornada nacional de lucha por la libertad de Milagro Sala. Nuestra tarea es construir niveles de articulación política del campo nacional, cuando nos arrinconan con presos políticos, por ejemplo”. Javier Andrade, legislador por el FPV en la CABA, dijo que “la calle siempre fue y será nuestro lugar, tanto para luchar o festejar”, más aún a un año de la detención de Milagro, “presa mujer, negra, indígena y dirigente de una organización política que se animó a disputarle el poder a los dueños históricos de la provincia”.

Cerca de la una de la tarde la columna comenzó a avanzar hacia el puente. El cielo estaba encapotado y por momentos amenazaba con arrojar más lluvia. El aire estaba húmedo y el pavimento, caliente. La cabecera de la marcha, con una bandera que decía Frente por el Trabajo y la Dignidad Milagro Sala, estaba compuesta por los diputados nacionales del FPV Andrés el “Cuervo” Larroque y Mayra Mendoza, el secretario general de ATE Capital, Daniel Catalano, el legislador del Parlasur y ex vicegobernador de la provincia de Buenos Aires, Gabriel Mariotto, la referente de Unidos y Organizados, Lorena Pokoik, el secretario de derechos humanos del gobierno santacruceño y nieto recuperado Horacio Pietragala, tres personas que en sus hombros llevaban una virgen, y la nieta recuperada Victoria Montenegro, entre otros, aparte del Coco, que unos minutos antes de comenzar a caminar, en plena avenida, frente a una estación de combustibles Shell, había coordinado con un comisario de la Federal y otro de la departamental de Avellaneda de la Bonaerense, que la columna marcharía sobre el puente y luego descendería en la primera bajada, en Barracas. El tránsito, mano a Capital, estaría cortado como mucho media hora. Que la intención era visibilizar en los medios nacionales que la Argentina tiene una presa política hace un año, y luego cada uno a su casa.

Cuando la columna comenzó a subir el brazo de la autopista que conecta la provincia con el puente, Pueyerredón, en dirección a Constitución, no solo pudimos apreciar los carros de asalto y las decenas de uniformados de la Prefectura Nacional y la Policía Federal sobre el puente, sino también que alguien había habilitado el tránsito, que ahora fluía por uno de los tres carriles. También se podía ver los móviles de los canales de televisión. Los dirigentes frenaron, deliberaron, y decidieron avanzar pese a la provocación. Cuando llegamos al lugar en el que estaban los uniformados, parte del frente de la columna taponó el paso de los colectivos, camiones y autos. Hubo en ese instante un instante de zozobra, ya que un pelotón de infantería de la Federal amagó con intervenir. Pero un comisario les hizo un gesto para que se retirasen.

Unos minutos después, los organizadores solicitaron que se pare con las bombas de estruendo y las de humo, como así también con los cánticos, por lo menos ahí adelante, ya que el Coco encabezaría, ahí en el medio del puente, una conferencia de prensa frente a los cronistas, movileros, reporteos y camarógrafos. Atrás tenía a miles de manifestantes. A los costados, los uniformados. El dirigente explicó, casi a los gritos, que la abogada defensora de Milagro, Elisabeth Gómez Alcorta -en ese momento a su lado, atiborrada por el calor, al igual que todo el resto- iniciará una denuncia penal por tráfico de influencias e incumplimiento de los deberes de funcionario público contra el abogado apoderado de Gerardo Morales, Federico Wagner, el Fiscal de Estado de Jujuy, Mariano Miranda, la presidenta del Superior Tribunal de Justicia de Jujuy, Clara De Langhe de Falcone, y el representante de Derechos Humanos del ministerio de Relaciones Exteriores, Leandro Despouy, por los cruces de correos que reveló el periodista Horacio Verbitsky en Página 12 de ayer domingo, en los que llaman a coordinar una estrategia para recibir en mayo a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH).”Esperamos que el gobierno reflexione y termine con este papelón internacional”, agregó el hombre, vesito de negro, empapado por la transpiración. Mariotto, por su parte, denunció el avasallamiento institucional que está ejerciendo el gobierno de Morales, con el apoyo de “poderes fácticos que no van a elecciones” y que “diatriban contra una persona o un movimiento” por medio de descalificaciones y estigmatizaciones que luego utiliza el “poder judicial para encarcelar a esas mismas personas”.

Traspasamos el riachuelo a puro canto y rabia. “Para Milagro la libertad, para Morales el repudio popular”. Hombres, mujeres, jóvenes y abuelos de la La CTD Anibal Verón, el Movimiento Evita, La Cámpora, Quebracho, Descamisados, el Frente Transversal, Causa Popular, Militancia Popular, CTA Capital, la Confederación Nacional de Cooperativas de Trabajo, el sindicato de Obreros Curtidores y militantes de Resistiendo con Aguante, entre otros, caminamos de modo incesante con el apoyo de muchos automovilistas que iban hacia provincia y que tocaban bocina y sacaban los brazos de los vehículos con sus dedos en V. Con la indiferencia y algún insulto de muchos otros, con la mirada desafiante y también indiferente de los hombres y mujeres de las fuerzas de seguridad federales ahora en manos de Patricia Bullrich. Con el riachuelo a nuestros pies. Con la basílica y la terminal de trenes de Constitución al norte. Con la ciudad de Avellaneda ya a nuestras espaldas. Con la perturbadora sensación de sabernos reclamando la finalización de un circo revanchista que hace un año y medio atrás era imposible de imaginar. Con las ganas de siempre.

Como había anticipado Coco, descendimos en la primera bajada. Allí, sobre el asfalto caliente y el el cielo ahora abierto de Barracas, aparecieron los botellones de agua, el descanso y el relajo. Antes de desconcentrar y buscar el colectivo que nos llevase a la cotidianeidad, nos desahogamos con algunas canciones más, bajo las flameadoras, junto a los bombos y las trompetas, en honor a Milagro y su lucha.