Uno de los motivos de mayor indignación para mí, es la hipocresía de los dos partidos gobernantes (PRO - UCR)  y la especulación del sindicalismo que pueden devenir funcionales al renovado fervor por lo foráneo.

Los profesionales y académicos que hablamos con crudeza sobre las mentiras provocativas que representa la manera adoptada por la elite gobernante, no podemos dar tregua.  

Cuando en 2019 Mauricio Macri deje su mandato, la relación deuda/PBI ha de ser comprometida y, si hay crisis financiera, otra vez será la antesala de un estallido social como en 2001.

En la Argentina se impuso el marketing político en un momento de la historia sudamericana donde para lograr lo mismo hay que dar “golpes blandos”. Nos gobiernan con una neo lengua, “el idioma Duranbarbistico” y, en economía escuchamos frases como:

“Comenzaron a aparecer los primeros BROTES VERDES”

Los indicadores sectoriales siguen mostrando caídas anuales, pero como algunos índices muestran una desaceleración de la caída en las variaciones mensuales, entonces hay “brotes verdes”. El indicador mensual (IGA) de la actividad agregada que ofrece el ex vice ministro de Carlos Menem- Orlando Ferreres- arrojó en agosto (+ 0.3% respecto a julio) tras 6 meses consecutivos de desplome; es decir, “la nada misma”. La confianza del consumidor (UTDT) “devastada”, se estabiliza en sus niveles mas bajos desde 2015. Vemos un descenso de la inflación nivel general en agosto y septiembre, pero es momentáneo. Vamos a ver como sigue si hay estimulo fiscal para apurar la reactivación, aunque nadie dice que el déficit primario volvió a duplicarse en el mes de agosto. Septiembre cerró con un fuerte financiamiento monetario al fisco (emisión de dinero que tanto criticaban). El último día del mes de septiembre el BCRA le giró $35 mil millones al tesoro.

Si el déficit siguiera duplicándose en lo que resta del año, 2016 cerraría con un déficit primario de mas del 5% del PBI, en aquel momento tampoco se va a cumplir con la meta de 4.8% del ministro Prat Gay.

Se le llama “exitosísima colocación de bonos del gobierno” a la locura de vivir “de prestado” de estos últimos nueve meses. Pero atención aun con la falsa euforia de conseguir dinero, el botín de la última colocación se debe al contexto externo, donde existen inversores ansiosos de mayor rentabilidad, entiéndase que no es por el programa económico del gobierno de Macri. Es porque pagamos intereses más caros que nadie, y empezamos a demandar divisas partiendo de un bajo endeudamiento en 2015.

Argentina tomo prestado (solo en el exterior) mas de la mitad de los dólares que toda la región. Es probable que los mercados sigan dispuestos a financiar a la Argentina por un año más, pero luego percibiremos dificultades.

El BCRA perdió reservas en agosto y septiembre por la caída de encajes para fondear crédito en dólares, pero luego sumó divisas en octubre por el interés del capital golondrina en hacer diferencia en dólares con bonos argentinos en pesos. Ya se admite en voz baja que 2016 cerraría con una caída del PBI del orden de 2% (seria un error de 33% en la tasa de caída del pronostico de los amigos del gobierno), pero puede ser mayor.

En síntesis, sube la deuda, cae el PBI y el coeficiente de endeudamiento se dispara.

La administración Macri gobierna con un lenguaje cuidadosamente elegido, que acaba siempre por volverse mentira, cada vez que comparamos lo que se dijo con lo que se hizo; sin embargo el ciudadano de a pie, en promedio, aun se muestra tolerante. Somos los discordes quienes utilizamos palabras directas y crudas, porque no queremos volver a la ruina de 2001. La visión de “los CEOS M” es que los que opinan así, son descorteses y no siguen “las reglas” (que establecen ellos mismos). Es decir, los que no coincidimos y lo expresamos públicamente no somos “políticamente correctos”, un obstáculo difícil de saltear-por la instalación de un falso sentido común en una franja del “medio pelo argentino”-, que impide el desarrollo del pensamiento libre. Una forma de sumergir la palabra del otro, borrando sus opiniones.

Si todo lo que decimos los insumisos, el gobierno lo descalifica y cedemos, entonces no podríamos decir nada y terminaríamos por no pensar.

Argentina es el caso más palmario donde el marketing político se fue constituyendo en una especie de violencia intelectual, donde la corriente marketinera le impone el pensamiento correcto aun a cierto público ilustrado. Reflexionemos, sigo creyendo que el problema que presenta el marco teórico del gobierno (que no es el mío), es el déficit y el tipo de cambio financiado con deuda en dólares. Prat Gay como “el tero”  deslizó: “nacionalismo y patriotismo económico” desde el FMI, donde no íbamos hace mas de una década.

Lo que no se dice:

En Argentina el problema es que el peso ya está un 35% apreciado con respecto al promedio histórico y el déficit fiscal no baja, por lo tanto la dependencia del financiamiento en el exterior torna a la Argentina muy vulnerable. Si solo proyectáramos las cifras, en 2019 vamos a alcanzar una relación deuda/PBI muy peligrosa; lo digo a voz en cuello, aunque según Prat Gay, no se deben defender identidades ni proteger la soberanía. La mejor descalificación para mi seria la del “mejor ministro de economía” de una revista inglesa. Los valores defendidos por quienes tenemos carga por la Argentina y los argentinos para el no son relevantes, tampoco para la opinión mediática dominante y el Mini Davos. Pertenecemos a esa corriente de opinión que “hoy se equivoca” profesional y académicamente, por lo cual debe ignorarse sus recomendaciones. Así vi despreciar a Aldo Ferrer, Marcelo Diamand, y hasta Raúl Prebisch por los Chicago Boys y así fueron los noventa con los actuales actores y amigos.

Como suelen despedirse en los correos electrónicos mis amigos españoles…Estimado Alfonso:

¡Un saludo!