La estructura organizacional de una gran corporación internacional, en general es “matricial”. Desde que alguien tiene un cargo gerencial, sabe recibir órdenes de un superior directo (vertical), o un superior lateral (horizontal). Para la comprensión de alguna otra gente de a pie como yo, cuando se habla de “equipos” en esas ligas, en general está apelándose a un eufemismo, no existe ningún equipo ni compañerismo, ni “lealtad de potrero”. Existen componentes, módulos, dispositivos puntuales y de tiempo determinado. Obviamente, todo mecanismo trabaja en conjunto, pero un conjunto no necesariamente es un equipo.

Desde un enfoque político-porque existe en las empresas una militancia individual y alianzas políticas internas-, el esquema corporativo de una multinacional contiene algo de totalitarismo. Si quisiera conjugar una película de guerra, cuando cae un compañero en combate, el soldado porta heridos, el enfermero, el medico harán algo. Si en la empresa alguien “cae en desgracia”, lo mas probable es que se quede solo, que “le hagan un vacío”. A escondidas tal vez alguien se acerque a consolarlo y, si se lo despide, alguien le recitará un “cuídate”, aunque días después no le van a coger el teléfono, porque pasará a ser “mala palabra” en la empresa.

En las corporaciones las órdenes no se discuten, mucho menos siendo CEO o “Country Manager” (jefe máximo del país). Si alguien se plantara, lo llamará el Director de Recursos Humanos (CHRO) y otro responsable del acto con una caja para que ponga sus pertenencias (fotos, diplomas, etcétera). Sus claves de acceso a los sistemas estarán bloqueadas antes que le comuniquen el despido. El costo de NO aceptar el “tu puedes, tu debes”,  es quedarse sin empleo. Vamos a comprender que un puesto de CEO en todo el país, tendrá una o dos vacantes al año, el resto se recluta con ascensos internos. Por esa razón los ejecutivos cumplen y están haciendo todo el tiempo reportes para “compliance” (así se llama el departamento que controla el cumplimiento de regulaciones internas). Paradójicamente, en ocasiones las órdenes pueden ser contrarias a la ética.

Los ejecutivos que en general se piensan a si mismos liberales, y trabajan en empresas privadas,  viven con miedo de perder los beneficios, pánico de “bajarse” de un modo de vida muy holgado, esto mismo constituye el  “disciplinamiento”, mucho antes de llegar a ser CEO.

Una anécdota de CEO

Llevaba 8 meses de trabajo (2007), almorzábamos con un futuro ministro del gobierno de la Ciudad, yo esa semana había escrito un artículo para el aniversario de Ámbito Financiero. Por cortesía, para hacerme quedar bien, el entonces futuro ministro del PRO me felicitó  en la mesa (yo escribí sin permiso-era una excepción-, esta prohibido, en muchos casos por escrito). Al salir del restaurante, “el número 1 del mundo” que nos visitaba, se rezagó para coincidir conmigo a la salida y me dijo: “no te pagamos para que pienses o escribas, te pagamos para que hagas negocios”. A pesar que ellos mismos pensaban que yo hacia mi trabajo estupendamente bien, le respondí: “no te preocupes, desde este momento no me tendrán que pagar mas, mi cerebro no esta en venta).

Marcha Atrás y Tour de Deuda:

Por todo lo dicho, usted ya se imagina porque no hay ningún problema en anular decretos como “movilidad del 24 de Marzo, condonación de la deuda del Correo, DNU de las ART, recorte de jubilaciones, suba de 24% a bancarios”, que (según los mismos funcionarios decían hasta 2015) fija la “nominalidad”. En estas semanas está por salir un Tour de ministros y secretarios, porque seguirán tomando deuda-hoy nadie sabe en la Argentina cuanto es la deuda total del sector publico consolidada, mas la de las provincias, mas la del BCRA; ni privada, ni interna ni externa-. No se sabe si hay un plan de endeudamiento, o proyecciones de pago de intereses actuales y futuros. Si existe, nadie lo conoce en su totalidad. No importa el precio que haya que pagar para alcanzar el estadio final que fijo algún “gran jefe”, y además hay que mantener el estatus de CEO.

“Aproximación filosófica”

Sin pretender tener una interpretación filosófica, a Macri le toca encarnar una revolución novedosa en el mundo. La clase empresarial como representante y portadora de una nueva universalidad real, representante de la anti política, que no ha recurrido a una fuerza extra racional ni violenta para acceder al poder. Aunque es racional y violenta, lo es en nuevos términos. Se la pasan violentando la normatividad constitucional hace 14 meses con acciones y decisiones imprevisibles que desafían cualquier perspectiva republicana. Los actos de gobierno desmienten la pretendida ficción del contractualismo que pregona Lilita Carrió, la UCR y el pseudo liberalismo vernáculo. Decisiones y consentimiento de una alianza de conveniencia diversa por un lado, y todo el resto de perjudicados por otro, lo cual no solo NO cumple con la promesa de cerrar “la grieta”, sino que hace todo lo que esta a su alcance para profundizarla.

Una interpretación permitiría avizorar una pseudo politización de los empresarios como nuevo sujeto, cuya naturaleza es en esencia de “negocios”. Además veo al grupete que encarna la medula metodológica, con mucha conciencia de clase—desempeñando una función decisiva-; aunque tal vez no perciban que el proceso se acerca cada vez más en dirección de una confrontación extrema de CEOS versus trabajadores-jubilados-desocupados y PYMES.

La resolución del conflicto potencial dependerá desde ahora de la capacidad de los CEOS y del “partido anti peronista visceral”, de quebrar la hegemonía peronista de 70 años, y establecer (no se de que modo) una autocracia cívico-empresarial.  En EE.UU. Trump y en la Argentina Macri con todos los que adhieren a esta exótica lógica, están liderando la anulación del dominio “no objetivo” de la política y estableciendo la “objetividad de los negocios”.

En un escenario exitoso, el Estado pasaría a ser una empresa mas, con tareas administrativas, técnicas, sociales, y organizativas.

La verdad es que a ese tablado lo veo muy resbaladizo.