Si la inversión es la clave de una economía seria. -¿Porque el consumo explica el 80% de la tasa de crecimiento del PBI de los EE.UU. de Norte América?- Para las inversiones, el gasto publico y las exportaciones netas; queda solo el 20% restante.

Si la esterilización monetaria con la consecuente suba de las tasas de interés desacelera la inflación. -¿Por qué en Argentina el BCRA no ha logrado demostrarlo en casi un año y medio de intentos? –

Una posible respuesta: El rendimiento acumulado (ganancias en dólares de los inversores en LEBACS alcanza alrededor de 40%), asimétricamente lo mismo ocurre con el costo del BCRA?

Y, el BCRA decidió otra nueva alza en los rendimientos de sus LEBACS. Se mantiene “la bicicleta financiera”-con un leve toque-. El ciclismo consiste en mantener planchado al dólar, mientras los rendimientos (ganancias) en pesos y dólares crecen. A pesar de tener un indiscutido teórico de la inflación monetaria al frente del BCRA que ha establecido por 17 meses una política monetaria recesiva, la inflación minorista no baja, no le obedece; ubicándose muy por encima de la criticada inflación del gobierno anterior. A pesar de la recesión, en mayo se consolidan las expectativas coincidentes con el actual proceso inflacionario, los indicadores de precios mayoristas siguen aportando señales que no hacen prever que en el futuro las cosas cambien.

En lo que respecta a la actuación del BCRA, éste directorio “no da pie con bola”. El rendimiento de las LEBACS estampó un alza de 1.25% en relación a la licitación previa y 3.25% desde el 16 de marzo. Cada vez las ganancias de los inversores y las perdidas del BCRA son mayores.

En forma inconsistente, el BCRA sube las tasas de interés en pesos con el frustrado objetivo de combatir la inflación, aunque ahora se muestra un poco activo en el mercado de cambios adquiriendo dólares para evitar una mayor apreciación del peso. Es decir, expandiendo pesos para comprar dólares, genera nuevas necesidades de absorber los pesos emitidos. Con compras de 100 millones de dólares por día desde comienzos de mayo, el BCRA subió la cotización del dólar un poco, pero presionando la tasa de interés para poder absorber los pesos.

La suba de tasas, tiene su efecto recesivo, el BCRA hace subir el dólar, pero a costa de despertar un gigante dormido. Los tenedores de LEBACS pueden empezar a perder algo de lo ganado, con lo cual se instala un dilema. Ahora la incertidumbre es: 1) puede venir una masiva compra de dólares que genere un efecto “puerta 12” de aquellos que vendan LEBACS. 2) la respuesta a una  fuerte demanda de dólares seria subirle más las tasas a las LEBACS para que no se vayan al dólar, al costo de generarle mas perdidas al BCRA. Ya bailando en la cubierta del Titanic,  un acontecimiento exógeno como Brasil (principal socio comercial-que devaluó su moneda), puede arrinconarnos con otro brote de inestabilidad regional, Brasil puede ocasionar derrames imprevisibles. Recuerde la devaluación brasilera de 1999 y, luego la crisis 2001. Los temores de que Brasil enfrente una nueva crisis puede profundizar el temor, si a esto le sumamos el nocivo servicio que el BCRA, Hacienda y Finanzas le están prestando al país, las perspectivas son francamente desalentadoras para la Argentina. La incertidumbre de las elecciones de medio término, a medida que se acercan no ayudan. Ya afecta las acciones, una suba del riesgo país y alza en la cotización del dólar.

A la moderada suba en la cotización del dólar, contribuye la abundancia de préstamos crecientes que cada semana ayuda el crecimiento de nuestra deuda en dólares. Si la recesión no cede y la crisis política de Brasil se desata, la desastrosa performance de la política económica Argentina se vería potenciada, afectando fuertemente sectores dependientes como el automotriz y en general, todas las exportaciones industriales. Se calcula que por cada 1% que cae la economía brasileña, afecta 0.25% la economía argentina, con lo cual se sabe que la tasa de crecimiento de 2015 (ultimo año del gobierno anterior) pudo haber sido de alrededor de 3.5% o 4%, en lugar de 2.5%. De todos modos Cristina Fernández encarno el primer gobierno desde Illia que termina su último año de mandato con crecimiento económico.

Por lo expuesto, no habrá crecimiento de 3.5% como el gobierno anuncio, ni mucho menos 5% de economistas optimistas como el Sciolista Miguel Bein.

En un contexto donde el consumo, la inversión y las exportaciones no repuntan, lo único que ascienden son las importaciones, el cierre de industrias, comercios, las cifras de pobreza y desempleo.