¡Paren la escalada del dólar! - Obviamente no hay Banco Central independiente del poder político. Claro que eran mentiras de Sturzenegger que el BCRA iba a comprar dólares. Las reservas bajan y los bancos oficiales están vendiendo dólares. El apego del gobierno para pedir préstamos en dólares y atender sus necesidades de financiamiento y el temor de los prestamistas externos por un eventual impago, pueden pensarse como dos caras de una misma moneda, lo abstracto y lo concreto.

En adelante seria original y oportuno construir una nueva y creativa “identidad” entre permeabilidad y tolerancia, para delimitar el temor del avaro. Se me ocurre una ecuación simplificadora con base en históricos, emblemáticos e inseparables supuestos:

PRESTAMISTA ENTRA EN PÁNICO = CRISIS FINANCIERA

En el primer semestre de 2017, el déficit de la cuenta corriente ascendió a u$s 5.600 millones, determinando un crecimiento de 65% interanual; mientras la fuga de capitales aumentó a u$s 10.300 millones, mas de 71% interanual. Dos tercios del superávit del ingreso de dólares se destinaron a financiar gastos en turismo, compras con tarjetas en el exterior, pagos crecientes de intereses de la deuda y una creciente acumulación de dólares en los “colchones”.

Si miramos los últimos doce meses, el superávit de dólares fue de u$s 47.800 millones equivalente a 8.1% del PBI (mas del total de las reservas del BCRA). Esto habla de un empalagoso exceso de prestamos equivalentes al total de la reservas, donde unos u$s 30 mil millones que implican 5.1% del PBI, fueron destinados a financiar el déficit de cuenta corriente  de 2.2% del PBI, más un atesoramiento de alrededor de 3%. Los u$s 18.000 millones restantes que representan 3% del PBI, fueron a reforzar reservas internacionales que sumaron al que dejó la conducción anterior.

La decisión de expandir el déficit fiscal global financiado con más endeudamiento externo y menos emisión monetaria del BCRA, esta incrementando el déficit de la cuenta corriente y de la balanza comercial. La balanza comercial paso de un superávit comercial de u$s 2.130 millones en 2016 a un déficit de u$s 6.000/8.000 millones estimado para 2017. Eso significa una reversión negativa del saldo comercial de más de 2% del PBI. Después de una mega devaluación supuestamente competitiva inicial en 2015. Las exportaciones argentinas, entre el mes 12 y el 18 siguientes a la devaluación, crecen solo 1% interanual, mientras en países con 60 años de guerrilla como Colombia, las exportaciones crecieron 25% interanual. En Perú las exportaciones crecieron 25%, en Brasil con el cataclismo institucional crecen 20%, en Uruguay 14% y en un México con Estados fallidos ascienden 11%.

Claramente el déficit de la balanza comercial y la cuenta corriente argentina no es el resultado de un boom de actividad económica doméstica financiado con una lluvia de inversiones. Tampoco es consecuencia de un shock exógeno-al que desde ahora estamos más expuestos que nunca, por habernos endeudado fuertemente en dólares-. No hay deterioro en los términos del intercambio, ni reducción de la demanda mundial de nuestros commodities. Es que lo más fácil ha sido pedir prestado y no hacer nada que contenga creatividad o innovación. Al igual que Moreno, Michetti viajo a África a buscar nuevos mercados. Cambian algunas caras del elenco, pero repetimos todas las viejas formulas que nunca dieron resultado. El déficit primario del sector público nacional totalizará $ 300.000 millones en el segundo semestre, pero además habrá que pagar intereses y amortizaciones de la deuda pública en pesos por unos $51.000 millones, todo esto equivale a u$s 19.000 millones. No obstante el financiamiento estaría asegurado, siempre que entren más dólares “prestados” que deben venderse para pagar deuda en pesos. Con todo esto, el BCRA que nunca dejo de emitir, seguirá emitiendo $184.000 millones, expandiendo la oferta de la base monetaria en unos $237.000 millones que obligará a esterilizar pesos a través de mas LEBACs y Pases, por todo el exceso de pesos que no demande el público.

LEBACs y Pases un stock de deuda remunerada del BCRA que sigue en aumento, donde esta semana se rumoreaba un eventual “canje compulsivo por un bono en dólares a 5 años” para grandes inversores.

En los supuestos que no se produzca un shock exógeno y que el oficialismo se perfile bien en las elecciones de medio tiempo, se podrían manejar los tiempos y seguir pidiendo prestado en forma creciente. Lo que nadie puede garantizar es la confianza del prestamista. El mismo que hoy se debate entre ganar 3/4 veces la tasa de interés que le cobra a Bolivia, o escapar antes que el riesgo de insolvencia fiscal intertemporal aparezca. Si algún supuesto optimista cambia, las actuales dificultades pueden escalar.

Ya comenzaron los discursos, esta vez no están presentes las promesas de cambio que encendieron inusitado entusiasmo. El oficialismo puede ser sancionado, el voto “adiós Pinocho” puede implicar una merma de magnitud. La “Fundación Mentir” ha consumido a todos sus intelectuales premiándolos con cargos públicos y no hay libreto, la imaginación de Duran Barba, la bruja ecuatoriana y Sri Sri Ravi Shankar se agotaron.

En 2015 hubo una fuerza anti peronista visceral unida y preparada para el choque (Cambiemos). Se convocaron a los más destacados servidores del establishment, convirtiéndolos en gladiadores profesionales por dinero y/o cargos públicos. Al mismo tiempo se montó  la reconciliación de Dulcinea y Don Quijote que logró convenciones inexplicables, si no fuera por el inestimable aporte explicativo de Macri al descubrir y describir “el círculo rojo”.

El próximo capitulo inconcluso de estos exiliados del mundo real, puede suceder en medio de una corrección tan desordenada como inaplazable. Las cuentas externas e internas no cierran ni siquiera con la gente afuera.